El cuento de la cigüeña es un error
Los padres deben hablar desde temprano con sus hijos para que tengan una sexualidad sana
Por El Tiempo / Colombia / GDA
A pesar de que muchos adultos creen que la mejor forma de evitar que sus hijos tengan relaciones sexuales es no hablarles de sexo, están equivocados.
Hay que tener en cuenta que el cuento de la cigüeña que vino volando de París para dejar en casa a un bello y rozagante bebé es mentira, y los niños lo saben.
Hablar de temas relacionados con el sexo, de forma clara y directa, es la única manera de que los niños y adolescentes desarrollen una sexualidad sana en el futuro y, además, identifiquen peligros a tiempo, aseguró Oscar Misle, psicoterapeuta y presidente de Cecodap.
"Muchos padres no les hablan sobre sexo a los niños para no despertarles el interés. Pero eso es falso. Si no tienen apoyo de sus padres en estos temas, sacarán sus propias conclusiones por informaciones -la mayoría distorsionada- que obtengan por otras vías, como los amigos del colegio, la publicidad o internet", dijo.
Hay que comenzar desde temprano en la educación sexual. Desde los tres años de edad los pequeños comienzan a tocarse y a reconocer distintas partes de sus cuerpos: las orejas, las manos, los pies, la boca, el pene y la vagina.
"Comienzan a explorarse. Muchos padres los reprimen cuando se tocan los genitales. Niegan una realidad, pero sí les piden que les digan dónde está la nariz o la boca. Esto se evidencia también con los sobrenombres. A la oreja no le ponemos sobrenombre. Pero sí hablamos de pipí o totonita. Nunca se dice pene o vagina. Si le cambiamos el nombre al genital, pareciera algo prohibido", advirtió Misle.
Entre preguntas
Cómo nacen los bebés, por qué las niñas no tienen pipí y para qué se usa un condón son algunas de las preguntas incómodas que pueden hacer niños pequeños, que dejan boquiabiertos a muchos padres. ¿Cómo contestar?
La mejor respuesta es una repregunta, según Misle. "¿Cómo crees tú que nacen los bebés?", pregunta. Misle aseguró que la repregunta permite indagar qué sabe el pequeño, no dar información demás y satisfacer su duda o curiosidad.
Para Gerardo Giménez, médico sexólogo, es importante que siempre se le diga la verdad a los niños y adolescentes. De lo contrario, cuando descubran la mentira no confiarán más en sus padres para estos temas y buscarán información en otros lados.
"El cuento de la cigüeña es un error. Hay maneras de explicar cómo nacen los niños con palabras sencillas dependiendo de la edad. Si el niño pregunta es por algo. De seguro ya tiene una información o, por lo menos, alguien le dijo algo", indicó.
En algunos casos, los niños no preguntan y la oportunidad de hablar de sexo no salta en una sencilla conversación. La tarea se hace un poco más difícil para los padres. Entonces es recomendable que se estimule la conversación. "Hablar del embarazo de algún familiar es una buena forma de comenzar.
Aunque no pregunten, seguramente tienen la curiosidad", indicó Misle.
Responder las dudas de los niños y adolescentes los ayuda a prevenir abusos de extraños o familiares. "El abuso sexual no es sólo penetración. Es importante que el niño esté preparado.
Muchos familiares se valen de la relación afectiva para abusar del menor. Tienen que aprender a diferenciar una expresión de afecto a una caricia sexual", dijo.
Recuperado el 11 de enero de 2010, de http://www.elnuevodia.com/elcuentodelaciguenaesunerror-657665.html
Por El Tiempo / Colombia / GDA
A pesar de que muchos adultos creen que la mejor forma de evitar que sus hijos tengan relaciones sexuales es no hablarles de sexo, están equivocados.
Hay que tener en cuenta que el cuento de la cigüeña que vino volando de París para dejar en casa a un bello y rozagante bebé es mentira, y los niños lo saben.
Hablar de temas relacionados con el sexo, de forma clara y directa, es la única manera de que los niños y adolescentes desarrollen una sexualidad sana en el futuro y, además, identifiquen peligros a tiempo, aseguró Oscar Misle, psicoterapeuta y presidente de Cecodap.
"Muchos padres no les hablan sobre sexo a los niños para no despertarles el interés. Pero eso es falso. Si no tienen apoyo de sus padres en estos temas, sacarán sus propias conclusiones por informaciones -la mayoría distorsionada- que obtengan por otras vías, como los amigos del colegio, la publicidad o internet", dijo.
Hay que comenzar desde temprano en la educación sexual. Desde los tres años de edad los pequeños comienzan a tocarse y a reconocer distintas partes de sus cuerpos: las orejas, las manos, los pies, la boca, el pene y la vagina.
"Comienzan a explorarse. Muchos padres los reprimen cuando se tocan los genitales. Niegan una realidad, pero sí les piden que les digan dónde está la nariz o la boca. Esto se evidencia también con los sobrenombres. A la oreja no le ponemos sobrenombre. Pero sí hablamos de pipí o totonita. Nunca se dice pene o vagina. Si le cambiamos el nombre al genital, pareciera algo prohibido", advirtió Misle.
Entre preguntas
Cómo nacen los bebés, por qué las niñas no tienen pipí y para qué se usa un condón son algunas de las preguntas incómodas que pueden hacer niños pequeños, que dejan boquiabiertos a muchos padres. ¿Cómo contestar?
La mejor respuesta es una repregunta, según Misle. "¿Cómo crees tú que nacen los bebés?", pregunta. Misle aseguró que la repregunta permite indagar qué sabe el pequeño, no dar información demás y satisfacer su duda o curiosidad.
Para Gerardo Giménez, médico sexólogo, es importante que siempre se le diga la verdad a los niños y adolescentes. De lo contrario, cuando descubran la mentira no confiarán más en sus padres para estos temas y buscarán información en otros lados.
"El cuento de la cigüeña es un error. Hay maneras de explicar cómo nacen los niños con palabras sencillas dependiendo de la edad. Si el niño pregunta es por algo. De seguro ya tiene una información o, por lo menos, alguien le dijo algo", indicó.
En algunos casos, los niños no preguntan y la oportunidad de hablar de sexo no salta en una sencilla conversación. La tarea se hace un poco más difícil para los padres. Entonces es recomendable que se estimule la conversación. "Hablar del embarazo de algún familiar es una buena forma de comenzar.
Aunque no pregunten, seguramente tienen la curiosidad", indicó Misle.
Responder las dudas de los niños y adolescentes los ayuda a prevenir abusos de extraños o familiares. "El abuso sexual no es sólo penetración. Es importante que el niño esté preparado.
Muchos familiares se valen de la relación afectiva para abusar del menor. Tienen que aprender a diferenciar una expresión de afecto a una caricia sexual", dijo.
Recuperado el 11 de enero de 2010, de http://www.elnuevodia.com/elcuentodelaciguenaesunerror-657665.html
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