La Educación Virtual para Preescolares: Educación Post COVID-19
Los procesos
de enseñanza y aprendizaje han tenido que sufrir ajustes debido a la pandemia
del COVID-19. Se ha hablado mucho sobre la educación sistemática (desde el
Kindergarten a la escuela superior) y la universitaria (técnica, académica y
profesional). Sin embargo, se ha dicho poco sobre aquella que reciben los más
pequeños del hogar: los niños de dos a seis años.
En los Estados Unidos y Puerto
Rico más del 90% de los niños asisten a centros de cuidado diurno o centros de
desarrollo infantil. Un ejemplo de estos son los Programas de Early Head Start,
Head Start y Migrant Head Start. Esto programas están diseñados para promover
el desarrollo de destrezas y habilidades con la meta de preparar a los niños y
niñas para su entrada a la escuela.
Muchos de estos programas dejaron de
funcionar en los pasados meses como consecuencia del cierre de servicios. Esto
ha creado un desface en el proceso de enseñanza y aprendizaje, pues no existen
medios estratégicos para garantizar la educación de estos como existen para los
grados siguientes. No se puede crear un curso virtual donde el niño o niña se
siente frente a un computador a realizar tareas y determinar si cumple o no con
las destrezas básicas. Tampoco se puede pretender que los padres se sienten a
aprender para luego enseñar, aunque es parte esencial de estos programas la involucración
de estos en los asuntos de sus hijos.
Ahora bien, es evidente que los niños
de este nuevo siglo tienen destrezas y habilidades que no tenían los de hace
veinte años atrás. Estos nacen en un mundo tecnológico donde en cada casa
existe, al menos, un teléfono móvil. Estos tienen accesibilidad a esta tecnología
desde que nacen y al primer año son hábiles en la búsqueda de videos en
plataformas como Youtube y otras. De este hecho es que surge la idea de
desarrollar un sistema educativa basado en videos para estudiantes de edad
preescolar.
Las escuelas virtuales para preescolares
(2 años a 6 años) tienen la ventaja de que los propios maestros pueden grabar
sus videos y personalizarlos en las plataformas. Esto hace que el niño se
sienta cómodo al ver el rostro de su maestro en la pantalla e, incluso, pueda
escuchar su nombre con la voz de alguien conocido. Sin embargo, existen ciertos
criterios que se deben considerar al momento de realizar este tipo de
estrategia, pues los menores de edad no aprenden igual que aquellos que ya
tienen la experiencia escolar.
La experiencia laboral ha permitido
estar consciente de cinco principios básicos que deben tener los videos para
estudiantes de edad preescolar. Estos se pueden observar en los videos que
ellos generalmente observan en los teléfonos móviles de sus padres. Estos son
rutinarios, cortos, llamativos, creativos y repetitivos. ¿Cuántas veces no ha
visto un niño el video de Baby Shark o Barnie sin cansarse? La respuesta está
en esos cinco principios.
¿Por qué deben ser rutinarios? Los niños
de esta edad necesitan crear una rutina. La misma debe ser predecible para
ellos, por lo que los videos deben seguir las mismas rutinas que realizaban en
la sala de clases. Además, esta rutina los hace sentirse seguros en el ambiente
en que se encuentran y lo hacen pertinente a su realidad. Las rutinas más comunes
son los juegos, canciones, lecturas de cuento, actividades de movimientos y
actividades de mesa. Los videos deben tener uno de estos componentes, pero no
todos a la vez.
¿Por qué deben ser repetitivos? Esto
va de la mano con el principio anterior. La rutina se vuelve predecible y la
repetición hace que se capte la atención en un concepto o destreza en particular.
Por lo tanto, el video debe centrarse en un solo tema o destreza y repetirla
constantemente sin llegar a ser aburrido. Los maestros y maestras de educación
infantil reconocen que esto es fundamental para la creación de conexiones en el
cerebro. Esto va ligado a la buena pronunciación de palabras.
¿Por qué es importante la cantidad
de información? A diferencia de niños mayores, estos no tienen la capacidad de
retener mucha información. Lo importante en este proceso es exponerlos a la información, no memorizarla. Es importante la práctica, no el producto final. Las
experiencias tienen mayor peso que las metas numéricas de servicios. Por lo tanto,
los videos no deben ser largos, sino que deben estar en un tiempo entre tres a
cinco minutos. Esto ayuda a que no se pierda el interés en lo que hace. Además,
si es lo suficientemente creativo el niño lo volverá a ver una y otra vez sin
llegar a cansarse. En este aspecto lo importante es la calidad y no la
cantidad. Menos es sinónimo de más.
¿Qué hay de los materiales? A
diferencia de la escuela, donde la sobre estimulación es inadecuada, en los
videos debe existir un poco de ella. Los materiales que se usen deben ser de
colores llamativos para llamar la atención del menor. La música debe ser alegre
y que lleve al movimiento. La voz debe ser clara, pero en un tono agradable. Se
deben usar marionetas, libros y cuanta parafernalia se pueda añadir que sea
adecuada al propósito de la clase. Pero, no se debe abusar de esto tampoco. Los
educadores saben reconocer qué es necesario y qué no lo es. Es recomendable
observar aquellos videos que el niño o niña ya observa y tomar ideas de estos
para sus propias presentaciones.
¿Y la creatividad? Es la mejor
herramienta que tiene un maestro de edad preescolar. El ponerse al nivel de niño
y hacerlo pertinente es la mejor manera de involucrarse con ellos en el
proceso. Deje salir su niño interior cuando este grabando un video. No es una
clase para un adulto, es un juego entre usted y los niños desde la distancia.
Deje que ellos se diviertan con usted mientras aprenden algo.
Sin duda, la educación infantil también
ha tenido que hacer grandes cambios. Por años habíamos escuchado que no se le
dejara utilizar la tecnología a los menores porque esta no es adecuada para
ellos. Hoy día es necesario cambiar esa perspectiva y estar abierto a las
nuevas corrientes. Claro, es necesario no abusar de ellas y no utilizarlas como
cuidadores de niños. No, eso no es correcto y jamás lo será. Lo correcto es
maximizar esta herramienta desde la parte educativa y hacer que los menores y sus
padres entiendan la necesidad de esta en su aprendizaje. Es importante, sin
duda, el involucrar a los tutores en este proceso, pues la Educación Virtual
para Preescolares parece que llegó para quedarse.
Por: Dr. Norman Joel de Jesús de Jesús, Ed.D.
Social & Educational Professional Resources, LLC.
Tampa, Florida, USA
19 de mayo de 2020
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