Por Camile Roldán Soto / end.croldan@elnuevodia.com A los cuatro años, Estela llegaba al hogar con al menos dos asignaciones todos los días. “Las hacíamos cuando llegábamos a casa a las 7:30 de la noche y corriendo, porque de lo contrario no podía acostarla a las ocho y por la mañana era un lío levantarla”, cuenta su madre. Este año, Estela cursa el kinder en un colegio donde las asignaciones comienzan el año que viene. Sin embargo, con la experiencia del pasado muy presente, la madre ya tiene un plan para evitar que las tareas escolares le quiten la paz. Mientras ella cumple con su turno de trabajo, la pequeña alumna pasará la tarde en un centro de estudios supervisados justo en la empresa donde trabaja. Opciones como esta, que no están disponibles para la mayoría, son la alternativa ante las crecientes exigencias de algunos currículos educativos, donde el enfoque es hacer cada vez más, y más temprano. Muchos niños de hoy llegan a casa cargando cuadernos de preescritura y prematemátic...
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