El juego del niño de 4 años
A partir de los cuatro años, o cuatro años y medio, los juegos simbólicos sufren una transformación. A medida que el niño va superando su egocentrismo y adaptándose a las realidades del mundo físico y social y aprehendiendo el mismo, comienzan a desaparecer las deformaciones y transposiciones simbólicas ya que, en lugar de asimilar el mundo a su yo, somete éste a su realidad.
El niño encuentra cada vez más interés en la existencia real, y ésta le ofrece los medios para satisfacer las necesidades afectivas e intelectuales de su "yo" para "compensar", "liquidar", etc. situaciones insatisfactorias.Así, la asimilación simbólica (la ficción) se vuelve cada vez menos útil.El símbolo se aproxima cada vez más a lo real, y pierde su carácter de deformación, convirtiéndose en una simple representación imitativa de la realidad o "representación adaptada".
El juego del niño se desarrolla ahora en dirección de la actividad constructiva o del trabajo propiamente dicho.Esto es posible por la organización mental del niño, y se pone de manifiesto a través de distintas formas de expresión: dibujo, modelado, armado con distintos elementos, representaciones dramáticas, etc.
Las notas distintivas que definen la actividad lúdica en esta etapa son las siguientes:
1. Existe preocupación creciente por la veracidad y exactitud en la imitación de la realidad.
2. El niño valoriza el producto obtenido a través de su actividad, más que la actividad misma.
3. El juego adquiere mayor orden, secuencia y continuidad. Este orden y coherencia se ponen de manifiesto también en las construcciones materiales que realiza el niño en esta etapa.
( Tomado el día 6 noviembre 2006 de www.educacioninicial.com )
El niño encuentra cada vez más interés en la existencia real, y ésta le ofrece los medios para satisfacer las necesidades afectivas e intelectuales de su "yo" para "compensar", "liquidar", etc. situaciones insatisfactorias.Así, la asimilación simbólica (la ficción) se vuelve cada vez menos útil.El símbolo se aproxima cada vez más a lo real, y pierde su carácter de deformación, convirtiéndose en una simple representación imitativa de la realidad o "representación adaptada".
El juego del niño se desarrolla ahora en dirección de la actividad constructiva o del trabajo propiamente dicho.Esto es posible por la organización mental del niño, y se pone de manifiesto a través de distintas formas de expresión: dibujo, modelado, armado con distintos elementos, representaciones dramáticas, etc.
Las notas distintivas que definen la actividad lúdica en esta etapa son las siguientes:
1. Existe preocupación creciente por la veracidad y exactitud en la imitación de la realidad.
2. El niño valoriza el producto obtenido a través de su actividad, más que la actividad misma.
3. El juego adquiere mayor orden, secuencia y continuidad. Este orden y coherencia se ponen de manifiesto también en las construcciones materiales que realiza el niño en esta etapa.
( Tomado el día 6 noviembre 2006 de www.educacioninicial.com )
Comments