El manejo adecuado de la ansiedad en los niños


Por El Comercio / Ecuador / GDA


Es una lástima y un hecho real que el estrés y la ansiedad son un problema muy común en este veloz mundo actual de elevada tecnología dentro de una sociedad llena de actividades. Los niños, en especial, sienten ansiedad con la llegada de los exámenes y pruebas académicas, la espera de las vacaciones o de su fiesta de cumpleaños, sin embargo eso puede también ser producto de cuadros más complejos como angustias, dificultades afectivas e incluso depresión. Esa desagradable sensación de espera, temor y tensión que todos sentimos en la vida, también se apodera de los chicos como una medida de alerta para reaccionar a tiempo y evitar riesgos.

En los niños la ansiedad se produce, en particular, frente a situaciones que escapan a su control y viene acompañada de manifestaciones físicas como sudoración de las manos, hiperactividad, dolor de estómago. Si bien todo esto es normal, no puede ser desatendido por los adultos pues pudiera tener un origen en trastornos más serios; por ello, Katherine Lee, escritora de temas de infancia y colaboradora de la antología publicada bajo el título ‘La madre imperfecta, confesiones de madres que viven en el mundo real’, diseñó esta lista de consejos útiles y efectivos para aliviar la ansiedad infantil:


1. No minimice sus sentimientos. Decirle a su niño que no se preocupe por sus temores lo único que pudiera causar es que crea que está haciendo algo malo por sentirse ansioso. Déjele saber que está bien sentirse mal acerca de algo y motívele para que comparta sus emociones y pensamientos.


2. Escuche. Usted sabe lo inmensamente tranquilizador que puede ser el que alguien le escuche cuando algo le molesta. Haga lo mismo con sus hijos. Si no quieren hablar, hágales saber que estará siempre allí para escucharles. Con estar a su lado y recordarles que les ama y les apoya es suficiente.


3. Ofrezca comodidad y distracción. Trate de hacer algo que su niño disfrute, como acompañarle en su juego favorito o abrazarlo fuertemente o dejar que se recueste en su regazo mientras le lee algo que le gusta. Todos los hijos, sin importar su edad, necesitan de esta clase de acercamientos cuando se siente tristes, preocupados o ansiosos.


4. Salgan al aire libre. El ejercicio ayuda a mejorar el mal humor, la ansiedad y todo sentimiento negativo. Aunque tan solo sea una caminata alrededor de la manzana de la casa, el aire fresco y la actividad física pudiera ser justo lo que los hijos necesitan para levantar el espíritu y mirar las cosas en perspectiva.


5. Mantenga las rutinas. Haga un balance de lo que significaría cualquier cambio y trate de mantener la rutina regular, en lo posible. Mantener sus horarios de comidas, de ir a dormir, etc. será de gran ayuda.


6. Mantenga a su hijo sano. Asegúrese de que coma adecuadamente y duerma lo suficiente. La falta de descanso o las comidas fuera de horario pueden contribuir al estrés infantil y juvenil. Si su hijo se siente bien estará mejor equipado para cumplir con sus estudios y enfrentar cualquier cosa que le esté causando molestia.


7. Evite el exceso de actividades. Fútbol, básquet, música, ballet, etc., la lista de actividades extracurriculares programadas para los niños no tiene fin. Demasiadas actividades pueden fácilmente llevar al estrés y la ansiedad. Así como los adultos necesitan un tiempo libre luego del trabajo y en el fin de semana, los niños también requieren de ese tiempo a solas para descansar y recuperarse de la diaria rutina.


8. Limite la exposición de sus niños a noticias o historias no alentadoras. Si sus hijos ven imágenes de desastres naturales como terremotos o tsunamis o ven escenas de violencia o noticias de actos terroristas, de guerras, hable con ellos para explicarles lo que está sucediendo. Reasegúreles que ellos y las personas que aman no están en peligro. Hable también de la ayuda que estas víctimas de desastres o de la violencia reciben de los grupos humanitarios y conversen sobre las maneras en que ellos pueden también ayudar, por ejemplo recolectando alimentos para esas víctimas.


9. Consulte al pediatra o al psicólogo. Si sospecha que un cambio en la familia como la llegada de un hermano, un cambio de vivienda, un divorcio o la muerte de un miembro de la familia o amigo cercano es causa del estrés y ansiedad de su niño o niña, busque la ayuda de un experto como el consejero o psicólogo del colegio o el pediatra de la familia. Ellos podrán sugerir formas de ayudar a los niños a entender, por ejemplo, la muerte o cualquiera de estas circunstancias preocupantes por las que están atravesando.


10. Dé ejemplo de calma. Usted puede establecer el volumen del estrés y la ansiedad en sus hijos y en los adultos dentro de su hogar. Es virtualmente imposible bloquear la ansiedad de nuestras vidas en un mundo tecnificado con noticias que aparecen las 24 horas del días sobre cada esquina del planeta, pero sí se puede hacer algo para manejar el estrés dentro del propio hogar. Mientras mejor se logre mantener la calma y la paz en casa, menos ansiedad habrá en los niños y mejor se manejará esta situación en su conjunto.


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