REVISTA SOED

La etapa preescolar, según las teorías del desarrollo neuropsicológico, es excelente para introducir conceptos nuevos en un segundo idioma al niño. Comience por palabras sencillas y conocidas para el niño. Algunos ejemplos de palabras que puede enseñarle en esta etapa son: Sus colores favoritos (Ejemplo: red, blue, yellow) Sus comidas favoritas (Ejemplo: hamburguer, ice cream) Sus animales favoritos (Ejemplo: dog, horse, cat, bird) Sus juguetes favoritos (Ejemplo: ball, car, doll, bell) Sus familiares favoritos (Ejemplo: sister, brother, father, mother) Las partes del cuerpo (Ejemplo: face, body, arms, legs) La ropa (Ejemplo: shirt, pants, socks) La lista la debe modificar usted de acuerdo al desarrollo cognitivo de su hijo y a sus gustos. Sea creativo y atrevase a inculcar en su hijo un nuevo idioma. Ya sea inglés, francés o cualquier otro. Recuerde que vivimos en un mundo globalizado y competitivo.

La escritura es uno de los procesos del lenguaje. Este proceso se compone de unas técnicas a llevarse a cabo para que el mismo sea efectivo y el estudiante lo haga pertinente a su vida y su ambiente. La escritura es la manera más eficaz y concreta que tiene el ser humano para comunicar sus sentimientos y hacer sentir sus opiniones. Es por estas razones que se debe velar por una buena escritura desde la educación primaria. La escritura creativa se podría definir como un conjunto de diferentes procesos del pensamiento que el escritor regula y organiza a través del acto de la composición cuando elabora un significado preciso sobre un tema y lo hace comprensible para una audencia utilizando el código escrito (Flowers & Haay1981). Algunas recomendaciones para introducir a su hijo en la escritura creativa son las siguientes actividades: Dibujo a mi familia y escribo cómo se llaman. Dibujo a mi mascota y escribo cómo se llama. Dibujo a los personajes del cuento y escribo cómo se llama

Había un niño que se llamaba Alex. El pequeño nació en un pueblo costero al sur de Puerto Rico. Pero, era lo único que sabía de su pueblo. Así que se dio a la tarea de convertirse en investigador. Le preguntó a su abuelita, doña Milagros, y esta le contó que Santa Isabel se llamaba así debido a que había una reina en Hungría que llevaba el mismo nombre. En honor a esta reina le llamaron al pueblo Santa Isabel. - Y por qué le dicen la ciudad de los potros -, preguntó Alex. - Le dicen así ya que aquí se criaron los mejores caballos del mundo. Muchos de ellos se convirtieron en campeones de carreras. La abuelita de Alex le siguió contando que en el pueblo se cultivaban las mejores frutas y vegetales del país. Que sus playas eran una de las más hermosas que élla haya visto en su vida. Le contó como élla y sus amigos se bañaban en las aguas del río Descalabrado y como corrían por los cultivos de caña de azúcar. Alex estaba muy emocionado por todas las cosas q

Había una vez un pequeño niño que se llamaba Alex Torres. El se había mudado recientemente aquí a __________________. El sabía su nombre ya que cada mañana se miraba en el espejo y le preguntaba a su mamá cuál era su nombre. A Alex le gustaba recoger su cuarto y tener todo muy limpio. El sabía que cada vez que jugaba con sus muñecos y carritos debía recogerlos todos y ponerlos en su lugar. Esta tarea era muy divertida, pues a veces cuando limpiaba, encontraba objetos que creía había desaparecido como por arte de magia. A él, también le gustaba comer con sus papás en la mesa del comedor. Allí agarraba su tenedor y su cuchara y comía sin ayuda de los adultos. El era un niño grande que sabía alimentarse solito. A veces se ensuciaba su ropa, pero Alex sabía que eso era parte de seguir creciendo. Alex quiere ser tu amigo y me pidió que te dijera un secreto, ¿quiéres saber cuál es? ( Deje que su niño le diga que sí, y digale en el oído ): “Debes recoger tu cuarto siempre que juegues con tus

Tipo de juego: Sensorial Materiales 1- Dos Cajas con hueco 2- Objetos diversos 3- Antifaz o pedazo de tela Participantes: Se divide el grupo en dos equipos Objetivo: Identificar objetos en el menor tiempo posible. Descripción y desarrollo de la actividad: Se le tapará los ojos a un participante de cada grupo, se le dará una caja a cada participante, el mismo introducirá la mano dentro de la caja y sacará un objeto. Comenzará a describirlo hasta adivinar cual es el obejto. Al terminar otro compañero del grupo hará el mismo procedimieto. Gana el equipo que adivine todos los objetos en el menor tiempo posible. Reglas: 1- El estudiante no se puede descubrir los ojos. 2- Los compañeros del grupo no podrán hablar.3Tendrá que tomar un objeto a la vez. AVS,2006

A partir de los cuatro años, o cuatro años y medio, los juegos simbólicos sufren una transformación. A medida que el niño va superando su egocentrismo y adaptándose a las realidades del mundo físico y social y aprehendiendo el mismo, comienzan a desaparecer las deformaciones y transposiciones simbólicas ya que, en lugar de asimilar el mundo a su yo, somete éste a su realidad. El niño encuentra cada vez más interés en la existencia real, y ésta le ofrece los medios para satisfacer las necesidades afectivas e intelectuales de su "yo" para "compensar", "liquidar", etc. situaciones insatisfactorias.Así, la asimilación simbólica (la ficción) se vuelve cada vez menos útil.El símbolo se aproxima cada vez más a lo real, y pierde su carácter de deformación, convirtiéndose en una simple representación imitativa de la realidad o "representación adaptada". El juego del niño se desarrolla ahora en dirección de la actividad constructiva o del trabajo propiamen

Organización: Uno frente al otro, círculo sencillo. Desarrollo: Los participantes deben indicar en su propio cuerpo las partes mencionadas. Canción: Cabeza, hombros, rodillas y pies y todos aplaudimos a la vez. Orejas, boca y cuello también y todos aplaudimos a la vez. Hombros, codo y manos también y todos aplaudimos a la vez. Uñas, manos, cintura y cola y todos tomaremos coca cola. Dientes, boca, pestañas y nariz y todos muy felices comiendo maíz. Referencia: Campo, G. (2000). El juego en la educación física básica. Editorial Kinesis. Armenia: Colombia.