El juego y el juguete en el desarrollo social del ser humano (0 a 18 años de edad)

Por: Nereida Islas
National College University
Programa de Enfermería
Recinto de Ponce
19 de diciembre de 2011

Introducción y desarrollo histórico
            El juego es una de las tareas que ha existido por siempre. Algunos expertos, como Spencer (1873), definen el juego como acciones superfluas que se realizan instintivamente en ausencia de acciones reales. Es una actividad de gratificación inmediata derivada de las acciones sin contar los beneficios posteriores. A continuación se estudiaran los efectos del juego con juguetes en el desarrollo social de los individuos entre las edades de cero a dieciocho años.
Según Groos (1896), el juego es un fenómeno para desarrollar el pensamiento y la habilidad. Es la base para el desarrollo de las funciones y capacidades preparatorias necesarias para la maduración. Por su parte, Freud (1933) señala que es la elaboración y superación de experiencias traumáticas. Establece que el juego lúdico es un fabuloso medio de socialización, elaboración de conflictos, elaboración de lo desagradable, desarrollo de la moral y de transición hacia etapas posteriores a la niñez (De Jesús, 2007).
Piaget (1964), define el mismo como la oportunidad de planificar y consolidar destrezas previamente aprendidas para estimular el desarrollo global de la inteligencia. Afirma que “los juegos tienden a construir una amplia red de dispositivos que permite la asimilación de toda la realidad, incorporándola para revivirla, dominarla o compensarla”. Para Lazarus (1966), el juego tiene un efecto recuperatorio que sirve para descansar de las tareas serías y socializar (De Jesús, 2007).  
Por otro lado, Wallon (1974), señala que el juego cumple tres  funciones básicas en el desarrollo de los individuos. Estas son la función sensoriomotriz; la función de articulación o memoria, y la función de sociabilidad en la formación de grupos y distribución de funciones. Vigotsky (1989) explica que el mismo es un mediador que permite no sólo los estímulos sino el espacio de encuentro con sus aprendizajes anteriores y con su posibilidad humana comunicativa para definir el estímulo y determinar autónomamente su propio concepto (De Jesús, 2007).
Bruner (1989), en su teoría del juego señala que es a través del mismo que se aprenden las habilidades sociales necesarias para la comunicación aun antes de que exista lenguaje. Hall (1994), por su parte, explica que es un reflejo del curso de la evolución donde se vuelven a revivir las formas primitivas del ser humano; de esta forma se tiene la posibilidad de poner en movimiento las aspiraciones originarias adquiridas por herencia pero no adaptadas ya a la cultura del presente y con esto de hacerlas reaccionar de una forma inocua e inofensiva. Finalmente, De Jesús (2007), señala que es un proceso que ayuda a desarrollar las inteligencias múltiples y, así a su vez, las destrezas necesarias para la vida laboral, social, religiosa y otras.
El juguete en el desarrollo social
Según el Ministerio de Educación de España (2009), el primer año de vida, principalmente, el niño suele jugar solo. Esta organización señala que este es sólo el camino hacia su integración social y es que hace falta tener cierto grado de madurez para aprender a relacionarse con otros, ya que para ello, se debe tener cierto grado de tolerancia, saber aceptar reglas. Añade que cabe señalar que existen juguetes o juegos que contribuyen a la competencia, como otros para los que se necesita el trabajo en equipo o social y que ambos son beneficiosos para los niños, pues forjan su carácter y su sentido de colaboración en equipo.
Este ministerio educativo explica que para que un juguete estimule la sociabilidad debe tener reglas aplicables en grupos, que posibilite la comunicación entre los jugadores, instrucciones muy claras para que no haya lugar a discusión o apasionamientos, entre otros requisitos. En cambio, señala que sería negativo si al final, los perdedores deben ser ridiculizados, presenta un contexto agresivo o las reglas son confusas. Según éstos expertos en la niñez y su desarrollo, entre los diversos juguetes que permiten socializar están la pelota, la raqueta o los bolos, así también los títeres o teléfonos de juguete y los juegos de naipes, de cálculo, de azar, dominós y entre otros.
Clasificación de los Juguetes
            Entre los juguetes recomendados para mejorar la socialización del niño cabe destacar los que ayudan a interiorizar reglas y normas sociales, el respeto por los demás y llegar a acuerdos. Según el Ministerio de Educación de España (2009), los mismos se clasifican en: construcciones, de imitación, ecológicos, educativos, de diseño, muñecas y muñecos, musicales y tecnológicos. A continuación las recomendaciones de los juguetes según las edades del desarrollo, basados en los estándares del Ministerio de Educación de España y Pasos Monográficos (2005):
1.      0 a 6 meses: Juguetes con sonido como sonajeros o animales con sonidos. Juguetes sobre la cuna que se muevan para que los sigan con la mirada. Muñecos u objetos de goma como chupetes para chupar o mordedores. Juguetes con llamativos colores y texturas diferentes.
2.      7 a 12 meses: se recomiendan juguetes que se mueven, rueden o que tengan ruedas. Juguetes sonoros con el movimiento y de encaje con diversos colores. Muñecos de tela o de trapo. Tentetiesos (juguetes con base semiesférica que tras golpearlos vuelven a su posición inicial). Juguetes para la bañera. Balancines, correpasillos y andadores
3.      1 a 2 años: Muñecos y muñecas de goma, trapo o tela. Coches grandes y juguetes de empujar. Juguetes con diversidad de colores y texturas diferentes. Palas y cubos de plástico para llenar y vaciar. Juguetes de agua que floten. Construcciones de apilar y encajar entre sí. Animales de plástico. Columpios y toboganes. Cuentos sólo con imágenes. Juguetes de expresión: pizarras y rotuladores de colores, pinturas, juguetes musicales y otros
4.      2 a 3 años: Triciclos y motos. Tambores. Muñecos y animales de trapo. Cubos, pequeños rompecabezas y construcciones de piezas. Instrumentos de música. Pelotas de goma. Plastilina, rotuladores y pinturas. Cunas, sillitas y vestidos de niño. Teléfonos de juguete.
5.      4 a 5 años: Patines, triciclos, bicicletas, columpios. Cuadernos para colorear,  rompecabezas, pizarras y rotuladores. Marionetas, mecanos y muñecos articulados. Casas de muñecas y cocinas. Juegos de mesa sencillos. Plastilinas y barro de moldear. Cassettes de canciones. Libros y cuentos. Juegos de oficio: jardinero, médico, mecánico (disfraces). Barcos y aviones.
6.      6 a 8 años: Pelotas y balones. Cuerdas, gomas de saltar, bolos. Bicicletas, monopatines, cometas. Vehículos teledirigidos como coches, motos, trenes. Juegos y juguetes de preguntas y respuestas. Juguetes de cartas. Futbolines, billares, dominó. Juguetes de experimentación: lupas, microscopios, caleidoscopios y otros. Cuadernos para pintar y colorear. Juegos de papel para recortar y pegar.   
7.      9 a 11 años: Juguetes deportivos, bicicletas de dos ruedas, monopatines, patines y otros. Juguetes manuales y para modelar. Consolas y videojuegos. Mecanos de metal, construcciones, maquetas. Juegos de mesa de estrategia y reflexión. Películas, música, material de dibujo. Coches teledirigidos. Juegos de experimentos. Construcciones “complejas”.
8.      12 años en adelante: Los adolescentes de esta edad quieren tener el control de su propio tiempo y el contacto con sus amigos es muy importante. Por otra parte, a algunos les gusta el deporte y competir. A su vez, empiezan a vivir de manera más intensa las nuevas tecnologías (ordenadores, música, consolas) y van entrando en el mundo adulto. Los mejores juguetes para esta etapa son: Equipos deportivos, reproductores de música y consolas, ordenadores y videojuegos.
Conclusión
El juego y juguete lúdico ayuda en el desarrollo integral del niño de una manera activa. Por lo tanto, al momento de planificar una actividad lúdica es importante determinar cuales áreas del desarrollo se estarán impactando y sus consecuencias. El juguete es la herramienta de trabajo más sencilla y efectiva que se puede tener al momento de desarrollar las destrezas, ya que lo estaría haciendo de una forma divertida para el niño.
            Existe una variedad de beneficios para el desarrollo de destrezas que se consiguen mediante el juego con juguetes. Aunque el niño de por sí juega por el sentido de disfrute, existen razones específicas para el juego. Entre ellas, están que los niños aprenden a adaptarse al mundo y a su entorno, ayudándolos a madurar. Los niños aprenden a parear experiencias nuevas con otras totalmente desconocidas. Ayuda a los niños a sentirse competentes y a tener control de su ambiente. Además, los niños aprenden el fenómeno de la causa y efecto lo que ayuda a mantener la motivación intrínseca que los prepara para la vida adulta.  Sin duda alguna, el juguete es una herramienta eficaz y eficiente en el desarrollo del ser humano.         
     
Referencias
De Jesús, N.  (2007).  Efectividad del involucramiento de los padres en el desarrollo de destrezas              psicomotoras y el desarrollo de las inteligencias múltiples en los niño  de edad        preescolares en transición a la educación primaria. Tesis de Maestría en Educación       Primaria, Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, Campus de Ponce.                    
Ministerio de Educación de España.  (2009).  Los juguetes   sociales.  Recuperado el 12 de            diciembre de 2011, de www.juguetes.es
Pasos Monográficos.  (2005).  El juego y los juguetes.  Atención  temprana, 1 (1), 1 – 8.

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